La cuaresma de la vuelta a la normalidad, sin mascarillas en los tronos
No basta solo con el mantener un buen estado físico, disponer una vida con hábitos saludables y la practica regular de ejercicio físico.
El trabajo del hombre de trono es muy específico por lo cual debemos de adaptar nuestras rutinas y pautas de entrenamiento para prepararnos para NUESTRA SEMANA.
Si queremos disfrutar de ese día tan especial de nuestra salida procesional hemos de anticiparnos y realizar una actividad física encaminada no solo a evitar patologías y molestias en ese día sino que contribuirán a que nuestra salud y estado físico general mejoren, con los grandes beneficios que conlleva para nuestra vida diaria. (Del artículo presentado al IV congreso internacional de cofradias y hermandades)
La necesidad de un entrenamiento previo y unas medidas mínimas de condición física para poder realizar este trabajo, sin sufrir consecuencias patológicas y buscando el mayor rendimiento del hombre de trono.
Lo que redundará en el beneficio de todos y en dar mayor esplendor, si cabe, a esta manifestación religiosa y con tradición de siglos.
El entrenamiento cuaresmero del hombre de trono
El esfuerzo realizado por el hombre de trono se caracteriza por ser un ejercicio de Resistencia Aeróbica de Larga duración; con frecuencias cardíacas de entre 91 y 110 pulsaciones por minuto y rara vez por encima de las 140 pulsaciones por minuto; de carácter interválico, alterna tiempos de esfuerzo con paradas o descansos; así como el carácter particular y distintivo de la asimetría de la carga al ser recibida en un solo hombro; con cargas cambiantes que parten de unos entre 15 a 20 kg a bastantes más según el momento del recorrido procesional.
Por ello debemos establecer como referencia el tener una buena base aeróbica a la hora de plantear cualquier programa de rendimiento deportivo. El trabajo del hombre de trono implica un trabajo de fuerza pero prima la dimensión de la cualidad física de la resistencia.
A partir de aquí decidimos establecer tres grupos de trabajo tipo, según el perfil del hombre de trono.
Al primero le llamaremos inicio, al segundo frecuencia, y al tercero en forma.
El programa tipo se compone de 4 semanas más una quinta para los días previos a la salida
procesional, así como un plan de estiramientos específicos.
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